miércoles, 12 de diciembre de 2012

Noches de Verano, Julio del 2012

Bueno compañeros como en lo que llevamos de invierno aún no he tocado escama considerable.. tan solo algun congrio y alguna temblaera todos devueltos al mar, pues os relataré una de las Jornadas de este verano pasado en la que estuve distraído y toqué algo de escama.
Como otros tantos Viernes, en cuanto me levanté de la cama miré el parte meteorológico y vi que las condiciones eran propicias para la pesca que quería desarrollar.. viento flojo de levante y una marea de 75 grados, estas son de las que mas me gustan, se que habrá compañeros a los que les guste la marea con mas aguaje y a otros que les guste mas cortas.. también depende del sitio.. el libro de los gustos está en blanco y cada maestrillo como suelen decir tiene su librillo.
Como era verano decidí salir de mi casa sobre las 18:00 de la tarde, pasar por la tienda de Pesca la Bahia y recoger el cebo que le había encargado a Jesús Varga por la mañana y así poder llegar al pesquero  una media hora antes de que terminara el horario de baño estipulado por el ayuntamiento al que pertenece dicha playa.. y ponerme a montar los útiles de pesca en el puesto elegido.

 Eran aproximadamente las 20:00 o las 20:15 cuando ya no quedaba nadie en la playa, tan solo los compañeros de afición que iban llegando y montando sus puestos a lo largo de la playa, ya tenía todo preparado así que miré al mar, clavé mis cañeros en la arena y en cada uno puse su respectiva caña.
Tenía decidido que una de las cañas estaría pescando con canutos de tita de palangre y la otra con muergos y esta última dependiendo de como estuviera la cosa de pirañas ( roame) iría licrado sin cascara o con cascara.
Lanzo mi primera caña y acto seguido la segunda, ambas con un buen lance.. Por lo que se ve este día había bastante actividad y las picadas no tardaron en llegar. lo primero que le entro al muergo licrado fue una breca, la cual desanzuelé y devolví al agua por que no me parecía ético echarla a la nevera.




La cosa estaba entretenida y las capturas de estos peces se iban sucediendo una tras otra y tal como salían volvían al agua. La noche empezo a caer y con ella desaparecieron las brecas, estuve un largo rato con las cañas sin tocar, el cebo no lo tocaban y era señal que las temidas pirañitas habían desaparecido, como ya el cebo llevaba bastante tiempo en el agua decidí encarnar los anzuelos de nuevo y volver a lanzar... entrabamos en una de las fases de la marea que mas me gusta.. las 2 ultimas horas de bajada, tomándome un refrigerio observo que a una de mis cañas le ha llegado algo, se ha quedado completamente destensada y con la puntera nerviosa.. me acerco a la caña, regulo el carrete y acto seguido comienzo a recoger..y noto que algo trae, a medida que se acerca a costa noto el peso y los leves cabeceos, señal inequivoca de que algun ejemplar de esparido viene en el anzuelo.


Tras acercarlo a la orilla observo que es un bonito chapeton que le ha entrado al muergo sin cascara licrado, le quito el anzuelo y lo devuelvo a su medio ya que ese sargo podia crecer mas y quien sabe si en una futura jornada hacerme una nueva visita superando ya en esta ocasión el Kg.
Vuelvo a encarnar rapidamente el anzuelo y vuelvo a realizar un bonito lance, quedando a la espera de que de nuevo se vuelva a realizar una nueva picada, pienso que hay un banco de esparidos comiendo en el arenal que tengo frente a mí y puede ser que alguno le entre a uno de mis anzuelos.
Ya tengo la noche encima y el espectáculo que contemplo sobre mi no tiene precio, el cielo ese balcón abierto a la imensidad del universo, me ofrece un goteo constante de estrellas fugaces cosa que hacía aun mas bonita la noche, me siento y comienzo a tomarme un bocata para la cena cuando entre el batir de la ola y el silencio de la noche escucho uno de mis carretes soltar algo de hilo.., miro a la primera caña y el puntero estaba quieto apuntando hacia el mar, siendo esto señal de que no la habían tocado.. miro a mi segunda caña y observo como la puntera apunta hacía el mar dando cabezazos, señal inequívoca de que ahora si se había tragado el cebo un ejemplar de buen tamaño.
Me levanto, me dirijo a la caña, regulo el freno del carrete y tenso, nada de brusquedades, todo despacio y con buena letra, comienzo a recoger y noto el peso a pesar de que aun esta lejos.. a medida que se va acercando a tierra noto los tirones hacia los lados y los cabeceos, se resiste un poco a salir hasta que aprovechando la ola lo pongo en tierra, me acerco y observo que es un bonito sargo, lo cojo con cuidado y me lo llevo hacia mi puesto para desanzuelarlo, andando para el puesto me da por mirar a mi primera caña y la veo con la puntera nerviosa y con la linea destensada, otra señal inequívoca de que habia algo en el anzuelo al final de la linea.. suelto el sargo y cojo la caña, de nuevo el mismo proceso que con la anterior picada y comienzo a recoger, esta vez sabía que no era un sargo, los tirones y las carreritas que daba hacia un lado y hacia otro me hacían presagiar que era una dorada la que le había entrado al canuto de tita y así fue, una vez en la orilla y tras aprovechar una de las olas la pongo en la arena.

Dos picadas simultaneas y dos primos hermanos en la nevera, ya era bastante tarde así que decidí recoger e irme para casa con la alegria de haber echo las cosas bien y haberme traido pescado para la familia que a buen seguro lo disfrutaron aun mas que yo.

Saludos y hasta la proxima.


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